Más que sanarse para poder reír, hay que reír para sanarse.
Payamédicos de Argentina.
Y como un cuento tiene el poder de ponerle alegría y magia a la vida, fuimos con nuestros cuentos al Hospital de Morón.
No pusimos inyecciones ni cataplasmas, tampoco tomamos la fiebre ni curamos heridas visibles, pero acompañamos con nuestras historias a aquellos que se encontraban en el Hospital pidiendo un turno para ser atendidos o internados en una sala.
No sé, supongo que aunque sea por un rato contribuimos con la salud emocional de los pacientes y le sacamos un poco de drama al hospital.
"UNO SE SIENTE BIEN CUANDO SABE QUE ESTÁ EN EL LUGAR JUSTO Y EN EL MOMENTO INDICADO".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario!